domingo, 4 de julio de 2021

No puedo respirar

23.
¿Te coloco la almohada?’. ‘Estoy bien, mamá –contesta resignada–. Anda, ve a descansar un rato, tengo que tratar con Markel asuntos de trabajo’. ‘Ni hablar, que acabas de subir de la UCI, como quien dice’. ‘No se preocupe, yo me ocupo. Váyase tranquila y duerma un poco’. La mujer, nada  convencida, al final accede, pero antes de irse, con la emoción en los ojos humedecidos y poniendo mucho énfasis en la esperanzadora curación de su hija, cuenta que el equipo de cirujanos que han realizado la neumonectomía están muy satisfechos del resultado. ‘Pronto estarás en casa, cariño. El postoperatorio está yendo de maravilla’. La besa en la frente, gira sobre los talones, coge de las asas el bolso donde debe lleva de todo y, cabizbaja, arrastrando los pies cruza por delante de mí apretándome el hombro. Mayo Clinic dispone de un equipo médico altamente cualificado y dotado de la mejor tecnología de última generación, capaz de dar cobertura a cada patología. La habitación, situada por encima de la planta veinte cuenta con todas las comodidades para que la estancia del paciente sea lo más confortable posible. ‘¿Crees que aguantaré con un solo pulmón?’. ‘Seguro’. ‘Tendré limitaciones y eso me acobarda’. ‘Al principio te costará más hacer determinadas cosas. No obstante, la ciencia avanza y los tratamientos son cada vez más personalizados y por consiguiente muy efectivos. Así que, en ese sentido, no tengas miedo y tampoco prisa, deja que el tiempo marque el ritmo. Hazme caso por una vez en la vida’. ‘Lo intentaré –ríe, aunque enseguida se pone seria y algo sofocada–. Abre el armario y saca mi bolso, por favor’. ‘No me líes que te conozco’. ‘Es importante’. ‘Pesada –transijo refunfuñando mientras me da un sobre–. ¿Es para archivar?’. ‘No, lee’. ‘¿Qué significa esto, Georgia?’. ‘Llega hasta el párrafo final, te lo ruego’. Así lo hago, levantando la vista del papel en cada línea, adivinando lo que vendrá a continuación, apenas dando crédito a las amargas palabras que habrán sido escritas desde la incertidumbre. ‘¿Seguro que quieres seguir adelante y firmar el documento? Tienes todo mi apoyo, lo sabes de sobra, pero piénsalo bien’. ‘Ya lo hice. Llévaselo a la abogada, he sido yo quien ha querido que lo redactase. No estoy tirando la toalla, pero ahora mismo, siendo realistas, no puedo cuidar casi de mí menos aún de la niña. Sin embargo, necesito que su padre no ponga pegas y acceda a posponer el juicio hasta que físicamente recupere las fuerzas para luchar por mi pequeña’. ‘Lo comprendo’. ‘La cuestión es sí, a posteriori, mi hija entenderá por qué lo hago y no que tiré por la vía fácil desentendiéndome de ella’. ‘No lo creo’. ‘¿Irás pues?’. Cuenta con ello, en cuanto vuelva tu madre parto para Minneapolis’. Tres golpes de nudillo en la puerta interrumpen la conversación. ‘¿Molestamos?’. Asoman las cabezas de Jeff y William. ‘No, adelante, chicos. Me alegro de veros’. ‘Estás radiante, querida –dice uno–. ¿Seguro que has pasado por quirófano?’. ‘Espectacular –añade el otro– y rejuvenecida’. ‘Cabronazos, que estoy llena de tubos y cables’.
          La marcha de Glenn a Canadá es inminente. Se nota porque lleva días apenas sin salir de la oficina trabajando a destajo y delegando proyectos que sabemos son iniciativa suya. Ahí le encuentro cuando regreso de cumplir la promesa hecha a Georgia. ‘¿Cómo lo llevas?’. ‘Mal –responde–, todavía tengo pendiente algún informe de Chiribiquete, pero antes de mañana estará terminado’. ‘¿Saben los jefes que te marchas?’. ‘En realidad no tengo por qué dar explicaciones ya que lo mío son colaboraciones puntuales. En cualquier caso esto no es un adiós, pero sí, lo haré, la educación por encima de todo. ¿Qué tal en el hospital?’. ‘Bien, ya sabes que Georgia es una tía muy fuerte’. ‘Quiero ir antes de irme’. ‘Se alegrará de verte’. ‘¿Podrías pasar luego por mi casa?’. ‘Claro’. Transcurre la tarde así: él sumergido en la interpretación de estadísticas que para mí son sólo algoritmos incomprensibles, y yo sacando información de los elefantes errantes que han recorrido varias millas de la provincia de Yunnan, en China, a consecuencia de la reducción de su hábitat natural puesto que los cultivos de caucho o palma han aumentado menguando terreno a los bosques húmedos donde se refugian. Expertos en el comportamiento de estos animales cuando peregrinan en manada, dicen que aumenta el conflicto con los humanos, siendo los agricultores los principales damnificados ya que para alimentarse devora sus cosechas, aparte del peligro que conlleva arrollar y matar a personas. ‘Me voy. ¿A las 8:00 p. m. te parece bien?’. ‘Ahí estaré’. ‘Contesta tú, he de recoger unas cosas antes de que cierren la tienda’. ‘Rochester, Minnesota, The Climate Reality Proyect, le atiende Markel Atxaga, ¿en qué puedo ayudarle?’. ‘¿Dónde demonios os metéis. Llevo horas llamando y no cogéis el teléfono’. ‘Pues no sabría decirle –los nervios me delatan–, aquí siempre hay uno de nosotros’. ‘Qué mal mientes muchacho –afirma mi superior–. De todos modos por e-mail os envío una propuesta. Mañana espero contestación’. No supe qué decir, salvo descargar el archivo adjunto del correo recibido…
          Perdona el desorden –dice Glenn retirando bolsas para que me siente–. He comprado regalos a la familia y no sé cómo llevarlos’. ‘¿Cuándo partes?’. ‘En una semana, más o menos. Todavía no tengo confirmado el vuelo. Depende, ya veremos’. ‘A lo mejor me voy antes que tú’. ‘A dónde?’. ‘Han llamado los de arriba y quieren que vayamos a Brasil’. ‘¿A qué?’. ‘Porque los lugareños de la aldea de Punã, a orillas del río Amazonas, están en pie de guerra porque el açai’. ‘¿La baya energética que contiene antioxidantes y crece en lo alto de las palmeras?’. ‘Exacto. Por lo visto, al principio era un alimento que recogían a diario para consumirlo en el momento, pero con la llegada de la electricidad y los electrodomésticos de conservación se ha convertido en un negocio que intenta adaptarse a las normas de producción con el objetivo de conseguir el sello de denominación de origen en la fabricación de la fariña y con el fin de evitar a los intermediarios se han aliado con la Fundação Amazônia Sustentável’. ‘Conozco bien la FAS, son muy rigurosos y responsables’. ‘Precisamente por eso lo han hecho, para gestionar ellos mismo la venta directa, una manera también de darle a los jóvenes un modo de vida sostenible que evite su éxodo a la ciudad y puedan construir sobre la base del presente un futuro en la tierra de sus antepasados’. ‘Interesante. ¿Y nosotros que pintamos ahí?’. ‘Según nuestra central en Washington velar de que todos cumplan su compromiso. Había pensado recomendar a Steven, pero todavía está tierno para desenvolverse solo, así que, iré’. ‘Markel, con Georgia convaleciente y esto manga por hombro, no me parece buena idea, mejor me ocupo yo’. ‘Amigo, tú tienes otros planes en perspectiva’. ‘Que puedo posponer perfectamente. No se hable más, ahora mismo cambio maletas por mochila’. ‘Agradezco muchísimo este detalle tan generoso hacia mí’. ‘Anda, déjate de mariconadas y tracemos un plan’.
          Tras salir del funeral de la mujer de William noto a Jeff pensativo, pero no digo nada hasta regresar a la oficina. ‘¿Ocurre algo, compañero?’. ‘¿Por qué?’. ‘Pareces ausente’. ‘Qué va, nostálgico, más bien’. ‘Suéltalo’. ‘¿Has escuchado el término “Ecocidio”?’. ‘No’. ‘Es un daño grave a la naturaleza y la destrucción de los ecosistemas. Hay un grupo de expertos que tratan de que la Corte Penal Internacional lo incorpore como delito contra la humanidad’. ‘A ver, ponme en antecedentes’. ‘Hay un montón de atentados que quedan impunes, unos por falta de pruebas y otros por falta de ganas. Por ejemplo: Métodos de pesca como el arrastre de profundidad al dragar el fondo de los océanos, la producción descontrolada de aceite de palma y madera como principal causa de la deforestación de la selva, los tintes y demás productos utilizados en el sector textil que acaban en las aguas residuales, el uso de “agente naranja”, aquel potente herbicida que acabó con la vida de miles de personas en la Guerra de Vietnam. Como ves, la lista podría ser larguísima’. ‘Si no leo mal entre líneas la conclusión que saco a través de tus palabras es que quieres desplazarte hasta La Haya y presenciarlo, ¿me equivoco?’. ‘Desde luego, pero soy consciente de la situación mundial y de momento cuanto menos circulemos, mejor’. ‘¿Entonces?’. ‘En este tipo de cosas hay siempre un trabajo de refuerzo que lo apuntala por detrás. Es decir: propuestas llegadas de distintas ONG. Imagínate que nosotros en Chiribiquete hubiésemos descubierto algo invasivo en aquel maravilloso tejido silvestre y que tras realizar diversas comprobaciones el resultado sería preocupante a corto, medio y largo plazo. Pues bien, si contactásemos con los integrantes de la sociedad civil que han promovido el término “ecocidio” y les informásemos del hallazgo se incluiría como otro ataque medioambiental’. ‘¿Adónde quieres llegar, Jeff?’. ‘Me gustaría que nuestra organización me apoyase para aportar a este proyecto un software que he desarrollado en mis ratos libres, apto para recoger estas informaciones con plantillas muy sencillas para estadísticas y maquetas en 3D donde se ve el deterioro sufrido en el planeta. Por supuesto cedo todos los derechos de patente’. ‘Tío, me dejas con la boca abierta. ¿Recuerdas a Margot Garland, de Washington?’. ‘Claro, puso todos los medios a nuestro alcance para encontrar a Glenn’. ‘Está en el área de Políticas y creo que te puede ser muy útil. La voy a llamar’.
          Visiblemente afligida, en el porche de mi casa, lejos de la tenue luz que da la bombilla sobre el marco de la puerta y una terrible tristeza que hunde todavía más sus pupilas, encuentro a mamá esperándome con un vaso de té helado apoyada en la barandilla. Sostiene uno de esos pañuelos de encaje con el que tanto le gusta secarse las lágrimas, movimiento que coordina a la perfección con los suspiros. ‘Tu padre no aguanta más a mi lado –se suena la nariz con un ruido estruendoso–. Me ha pedido el divorcio ¡Será canalla!’. ‘Ni caso, eso es un calentón. Ya verás que en cuanto se le pase volveréis a estar juntos’. ‘¿Por qué no hablas con él y le dices que voy a cambiar. A ti siempre te hace mucho caso…’. No es la primera vez que atraviesan por una crisis similar. Desde el principio la relación entre ellos estuvo condenada al fracaso, ninguno se adaptó al entorno del otro debido quizá a que son dos seres libres, independientes y con muchísima personalidad. ‘Cuéntame lo que ha pasado’. ‘Pues que es un cabezota y no quiere hacerse un traje nuevo para la cena de gala del gobernador –pobre papá, no me extraña, yo tampoco iría–. Además, dice que esos eventos son una chorrada que nos hemos inventado los simples, ¿tú te crees?’. ‘Nada, una tontería. Deja que se vista con lo que le apetezca y si no le apetece pues que no vaya’. ‘¿Y que me deje en ridículo y esté en boca de todos por abandonada? De eso nada. Menudo gusto tiene combinando colores y tejidos’. ‘Exagerada’. Sigue hablando incansable, yendo detrás de mí, pero mi cabeza está ya en otro sitio. Derek Chauvin ha sido condenado a 22 años y medio de cárcel por la muerte de George Floyd. Peter Cahill, el magistrado que ha dictado sentencia lo hace en base al agravante de abuso de poder por parte del exagente. Así que, deseo que esto se convierta en un punto de inflexión y que el Congreso termine de debatir la ley de reforma policial y aprobarla de una vez. ‘Hijo, no me estás haciendo caso, eres igual que él’. ‘Perdona, mamá. ¿Decías?’. Tiempo después, ambas partes, me confirman su separación.
          Good Morning compañeros –irrumpo en la oficina–. ¿Qué hay de nuevo?’. ‘Ahí vamos –dice William–, pendientes de las últimas noticias del edificio que se ha derrumbado en Surfside’. ‘¿El de Miami?’, ‘’. ‘Por lo que sé –comenta–, estaba dañada la losa de hormigón de debajo de la plataforma de la piscina’. ‘Y también las columnas, las vigas y las paredes. Había grietas, desconchones… En fin’. ‘En 2018 –apunta Jeff– un informe de ingeniería recogía dichas deficiencias, sin embargo, no advertía de un peligro inminente’. ‘Steven, localiza a alguien de los nuestros en la Florida, a ver si podemos hacer hincapié en el hecho de que toda la costa está experimentando un aumento progresivo del nivel del mar y como consecuencia pudre los cimientos de las construcciones cercanas’. ‘Contactad con más ONG –dice el jefe a gritos desde su despacho– y poneos de acuerdo con ellos, tenemos que ir en una misma dirección’. Levanto la vista del ordenador y me enorgullece ver a mis compañeros remando juntos por la misma causa, dejando a un lado lo personal para priorizar lo común. ‘Hi. ¿Quién haya pedido la hamburguesa Lucy jugosa sin salsa worcestershire? –dice el repartidor que acaba de llegar–, es la que lleva una marca con boli en la caja’.

4 comentarios:

  1. El proceso de crecimiento que ha llevado esta narración ha sido el de alguien que documenta hasta la última palabra y que tiene la cualidad de situar al lector dentro de contexto. Enhorabuena, nena. Un beso

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  2. Todo lo que relatas viene sucediendo hace muchos años y sin ir muy lejos.
    La pesca deportiva, y la comercial, en el Cantábrico ha desaparecido por el esquilme de los pesqueros de la zona. Pan para hoy hambre para mañana.
    No espabilamos a pesar de las denuncias que gente como tú hacéis.
    Buena labor aún y así.
    Gracias.

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  3. Muy buen trabajo! Enhorabuena por todo lo que vienes haciendo. Besos

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  4. Ya me extrañaba que a estas alturas del relato no hubieses denunciado el "ecocidio". Cómo eres Mayte, estás en todo... Pero lo que no me esperaba era lo de Miami, los cimientos y la acción del mar sobre los mismos... Insisto, eres especial. Esperando la "guinda" del domingo te mando un "te camelo", escritora. Besos.

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